20 agosto 2006

Quería sentirme libre




sin ataduras, con un objetivo pero sin un destino, y claro casi me tengo que recorrer toda la cornisa cantábrica para encontrar sitio para un iglú minúsculo en un camping en el puente de agosto... total que (casi nos cuesta el divorcio, je, je) pero encontramos en Asturies y a base de sidra, cabrales y tapas varias he pasado un puente genial, tan genial que regresé con depresión postpuente incluida. Y es que cada vez me gusta más la vida campestre (con un buen colchón hinchable como único lujo a poder ser) pasear al lado del mar, disfrutar del sol y la sal en la piel, comer cuando tengo hambre y dormir cuando tengo sueño, y soñar... conocer pueblecitos sumamente bellos, llenos de paz y tranquilidad...

Y hoy disfruto de mi gran flemón tras mi segunda y espero última operación de la muela del juicio, porque viendo mi cara ya se de donde salió la expresión caraculo y es que mi moflete derecho, que de por si no es pequeño, está alcanzando tamaños insospechables en la especie humana, mmm pagan en el libro guiness?

Trato de hacer punto pero como tengo que alternar la aguja con la bolsa de guisantes congelados, que es lo que mejor se adapta a mi superflémón, no es que avance mucho. Ayer fui a ver Piratas del caribe y mi megaflemón me rebotaba al andar, snif, por no hablar de "siento todos sus ojos en mi clavados en mi mofletón". Menos mal que el tiempo acompaña que si tengo que pasar esto a 40 grados me da algo.

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