Tejo

poco, pero tejo. A ver si hago fotos, me tejí unas manoplas y ahora estoy con un jersey sencillito, no estoy para calados.
Hugo se lleva mucho de mi tiempo, pero no tanto, sigue siendo un bebé tranquilo y glotón, aunque come por la noche, ya estamos muy compenetrados y lo hacemos en la cama, vuelta de un lado, vuelta del otro, así que las primeras sonrisas de la mañana son berretosas y despeinadas.

I y yo que no sabíamos lo que era un bebé, estamos viviendo a tope cada cambio y cada avance, con serenidad, sin agobios y mucha alegría.

Solucionados temas pendientes, me siento mejor, aliviada, tranquila.
En mi casa se dice que "tal día hizo un año" otra perla de la sabiduría popular en mi familia, sospecho que estos dichos vienen de mi abuela, la flamante bisabuela N. castellana y recia, con poco tiempo para miramientos y tonterías y la persona más resuelta que conozco. Que también dice el refrán que me comentaste Cheche, pero ella dice "más vale una morada que ciento amarilla".

El único rollo que de vez en cuando me ronda es el laboral, pero es que es la única pieza que nunca encaja en mi vida, quizá debo asumirlo, y agradecer a la vida porque todo lo demás es inmejorable. Ahora mismo tengo a un bebé en mi regazo que me mira y me sonríe y me dice: Agú, gggguuuu, aggguuuuu, y me derrite... y yo tampoco puedo dejar de sonreir.