El síndrome de Penélope

Si todo lo que tejo lo tejiera a la primera, haría no sólo el doble, sino el triple de cosas... Aunque como dice mi abuela, que decía su mami la abuela Natalia, o sea mi bisabuela, "lo que se tarda no se ve"... Así que aquí estoy deshaciendo la espalda de mi bolero, que tras llevar 25 vueltas en el maravilloso punto inglés, que no cunde ná y se traga tó, me digo, "a mi esto me parece mu largo" y miro la revista y para los 66 cm que me piden sólo me hacen falta 76 puntos, y no 115, como dice en la revista... en 115 puntos caben dos Sanis... y una es larga pero no muy ancha, así que a deshacer... Y para colmo, el hilo de lurex se me está terminando, menos mal que el sábado vuelvo a Pucela y me puedo surtir de nuevo.

El finde estuvo muy bien, un poco soporífero, y no por la compañía, es que creo que las pastillas "antiPé" (las que me tomo por la alergia al pelo de Pelusita) me dejan grogui, y venga a tomar café, todo el sábado, y es que tiene que ser eso, este finde pruebo a no tomarlas.

Lo pasé genial, a la cena con M y S, se uníó la visita sorpresa de M y G que bajaron de tierras cántabras y que no nos veíamos desde el verano (lástima que me quedara sin ver a mi príncipe azul) Así que muy bien, qué pena poder hacerlo tan pocas veces. Ojalá dentro de no mucho tiempo podamos estar allí todos viviendo y vernos más a menudo. (Aunque la opción de Salamanca no estaría naaada mal Fifilota)